En Amniria no hay nada,
pero cuando quiero irme
siento que todo lo dejo.
Eucaliptos en hileras
perfilan las suaves lomas.
Campos de trigo este año;
al siguiente, barbecho.
Si llueve en primavera
cae tierra color albero.
Las flores de este lugar
aprendieron a ser bonitas
si necesitar sus pétalos.
Nada hay en Amniria
para que yo pueda vivir.
Pero cuando quiero...
No me puedo ir.
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