Murió una noche
cuando no había estrellas
solo luciérnagas.
Recuerdo que allí
sobre el acantilado
estuve a su lado.
Solo unos minutos
apenas cinco o diez.
Solo me dijo:
—Quiero seguir
con los ojos cerrados
bailando a oscuras.
Miramos al mar
No supe qué decir
Ella, yo y el silencio.
Murió una noche
cuando no había estrellas.
cuando no había estrellas.
Por los acantilados
vuelan las luciérnagas
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