“Estamos juntos” me dice.
El mundo pierde su forma
casi perfecta.
Se desbarata, desteje sus hilos
sobre el vacío.
Yo quiero unir las partes:
un sonido, una presencia.
Ojalá una sola imagen.
Qué distancia hay entre nosotros,
qué pieza es la que falta…
A qué deidad debo suplicar
para que nunca se quiera ir.
Él nunca se marcha,
solo regresa a su hogar.
“Estamos juntos” insiste.
Todo mi mundo se vacía;
se suspende la gravitación.

No hay comentarios:
Publicar un comentario